Los principios básicos del tratamiento
de las fracturas abiertas en el niño, no difieren
en gran medida de los métodos empleados
en el adulto, en especial en lo que se
refiere al cuidado de las partes blandas. En
el tratamiento de la fractura hay un uso más
frecuente de la inmovilización con escayola
como tratamiento ortopédico y la fijación
externa como tratamiento quirúrgico, con menos presencia del enclavado endomedular
del que podemos encontrar en el
adulto.
Inicialmente la primera consideración
del tratamiento debe ir dirigida al estado
general del lesionado, buscando la posible
existencia de lesiones asociadas neurológicas
o viscerales especialmente. Durante este
periodo la herida se tapará con gasas estériles
tras un lavado de la misma, inmovilizando
la fractura con una férula provisional e
iniciando el tratamiento antibiótico intravenoso.
Una vez estabilizado el estado general
del paciente procederemos al tratamiento
específico de la fractura que incluirá:
Antibioterapia, tratamiento de las partes
blandas y estabilización de la fractura.
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