• Fractura aparente de cóndilo.
- Teóricamente podría corresponder
a una fractura tipo II de S-H, que
no afecta la articulación, no requiriendo
una reducción abierta.
- Casi siempre es una fractura de
cóndilo que requiere reducción
abierta.
- Una escama o cascarilla metafisaria
ósea es indicación suficiente para
una anestesia general y artrografía.
• Artrografía de codo.
- Puede ser realizada por el cirujano
previa a la reducción.
- No se pierde tiempo, tal como
sucede con la RM o TAC.
- La técnica es muy sencilla: se pasa
una aguja desde externo-anterior a
la cabeza radial con el codo en flexión.
Figura 4. Fractura del cóndilo medial del codo. a) Esta
niña de 6 años sufrió una lesión en su codo presentando
dolor e inflamación. La única anormalidad visible en Rx
fue un desplazamiento difícilmente apreciable del centro
de osificación del cóndilo medial. Esta lesión pudo haber
sido interpretada como una fractura avulsión de epicóndilo
medial (epitróclea). b) Al hacer una artrografía se
pudo observar que el centro de osificación mencionado
era en realidad parte de un fragmento cartilaginoso grande
como resultado de una fractura del cóndilo humeral
medial. Las consideraciones terapéuticas de este tipo de
fractura varían ostensiblemente con respecto a las que
haríamos en una fractura epicondílea medial.
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