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jueves, 22 de enero de 2015

Fracturas diafisarias del antebrazo - IV

En fracturas de tercio medio diafisario de ambos huesos, sobre todo en adolescentes también, se pueden utilizar dos placas DCP que aunque es un tratamiento más cruento es, si cabe, más seguro que el enclavado endomedular (Fig. 44). Podemos decir que la reducción abierta está indicada en: fracturas irreductibles, fracturas inestables sobre todo en adolescentes, fracturas asociadas a lesiones inestables de Monteggia, Galeazzi y supracondíleas así como en refracturas. En las fracturas aisladas de un solo hueso del antebrazo, la radiografía debe siempre incluir el codo y la muñeca para descartar una lesión de Monteggia o Galeazzi. 
La reducción cerrada es habitualmente posible (la mayoría de estas fracturas aisladas se ubican en el tercio medio del radio o cúbito) y en caso contrario se puede utilizar la reducción-fijación con enclavado endomedular o la reducción abierta y fijación con placa DCP, siempre más adecuada en niños mayores o adolescentes. Los casos de deformación plástica aislada son raros y en general requieren solo la inmovilización con yeso corto moldeado durante 3-4 semanas. Si a la deformación plástica se asocia una fractura del otro hueso en tallo verde, se debe actuar como si ambas fueran en tallo verde. 
Las complicaciones más frecuentes en las fracturas de antebrazo en los niños incluyen consolidación viciosa, especialmente en fracturas completas desplazadas sobre todo de tercio proximal (hasta el 16%), no-unión de uno de los dos huesos, sinostosis radio-cubital, limitación de la movilidad en prono-supinación, refracturas, lesión nerviosa (cuidado con lesión iátrica de interóseo posterior en osteosíntesis de tercio proximal del radio) y síndrome de Volkmann.

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