Las fracturas del antebrazo son las más
frecuentes de las fracturas infantiles llegando
a representar entre un 45-55% del total y
entre un 60 y 65% de todas las fracturas de
la extremidad superior.Aproximadamente el
75% de todas las fracturas de antebrazo ocurren
en el tercio distal, el 20% en el tercio
medio y solo el 5% en el tercio proximal.
En este apartado nos referiremos a las
fracturas de antebrazo de tercio medio y
tercio proximal que no afectan la articulación
del codo.
El mecanismo lesional, en general, consiste
en un trauma indirecto: el niño cae
sobre la mano y codo extendidos.Conviene
recordar que este es el mismo mecanismo
que el de las fracturas supracondíleas por lo
que no es extraordinario que se den asociaciones
de ambas. Otro posible mecanismo
es el trauma directo que generalmente se
asocia a importantes lesiones de partes blandas.
Las fracturas de los tercios medio y proximal
de antebrazo pueden dividirse en dos
grandes grupos:
• Fracturas de ambos huesos.
• Fracturas de un solo hueso, en las que
es obligatorio prestar especial atención
a las articulaciones radiocubitales proximal
y distal.
En cada grupo podemos, a su vez,
encontrar distintos tipos de fractura: deformación
plástica (incurvación traumática),
fractura en tallo verde y fractura completa.
Cuando la fractura es de ambos huesos
pueden darse combinaciones de los tres
tipos mencionados.
En cualquier caso las fracturas más frecuentes
son: fractura en tallo verde de
ambos huesos (o tallo verde en uno y
deformación plástica en otro) en niños
pequeños y fractura completa de ambos
huesos también con mayor o menor desplazamiento
a partir de los 6-8 años de
edad (Fig. 42).
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