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martes, 13 de mayo de 2014

Lesión medular traumática - COMPLICACIONES III

• Deformidad de la columna vertebral: más del 90% de los niños que sufren una lesión medular antes del brote de crecimiento de la adolescencia desarrollan deformidad de la columna vertebral. Dependiendo de: la edad (en neonatos se asocia en el 100% de los casos, antes de los diez años es prácticamente constante, y por encima de los diez años normalmente se producen curvas moderadas; el grado de daño medular (las lesiones completas desarrollan escoliosis más grave; el nivel de lesión (por debajo de D12 el riesgo es menor); la afectación de las extremidades y la oblicuidad pélvica; la realización de laminectomía (causa de cifosis) o de cirugías previas, y calidad de los cuidados fisioterápicos. Las deformidades encontradas son lordosis, cifosis y escoliosis. 
La mayoría de las veces las deformidades son mixtas, y todas ellas tienden a empeorar con el crecimiento. La hiperlordosis lumbar, aislada o asociada a escoliosis, es la deformidad más característica de una curva paralítica. Los pacientes que desarrollan escoliosis presentan curvas únicas y largas. El uso de corsé está recomendado para prevenir la progresión de la curva, sin embargo, es poco útil y la progresión natural no se ve alterada. 
Las indicaciones quirúrgicas serían la deformidad progresiva no controlada por el tratamiento ortopédico con corsé durante el período de crecimiento, deformidad mayor de 40° cuando el crecimiento ha terminado, la pérdida del equilibrio en sedentación y el desarrollo de oblicuidad pélvica. La fusión vertebral, incluyendo sacro, es la mejor forma de control de la deformidad vertebral y pélvica. Cuando la oblicuidad pélvica y la curva dorsolumbar o lumbar son importantes es necesaria la combinación de fusión anterior y posterior, que permite reducir la oblicuidad pélvica y la tasa de pseudoartrosis.

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