La ecografía se basa en la interacción de
las ondas sonoras, ultrasonidos, con la interfase
de los tejidos corporales. Se emite un
pulso de ondas de radiofrecuencia determinada
que se refleja en las interfases de los
tejidos de diferente impedancia acústica, se
registra, y se convierte en imágenes.
Es una técnica barata, no invasiva, no
utiliza radiaciones ionizantes, permite obtener
imágenes en cualquier plano y realizar
estudios dinámicos.
Para una correcta exploración es necesario
un contacto adecuado entre el transductor
y el cuerpo del paciente. Las barreras acústicas, como el aire y el hueso reflejan
el sonido. Es una técnica explorador
dependiente, requiere personal experimentado,
con conocimiento de la anatomía de
la región a estudiar
En los últimos años, el desarrollo de
transductores de alta frecuencia y la resolución
de los nuevos equipos permiten mejor
valoración del sistema musculoesquelético.
La ecografía es la primera técnica de
elección en el estudio de tejidos blandos,
permite ver la estructura de músculos y
tendones, localizar ligamentos, vasos, y nervios
periféricos. Estudia masas de tejidos
blandos, sólidas, mixtas o líquidas, la morfología,
localización, y sus relacciones anatómicas,
así como sus características de flujo.
Los cambios en morfología y ecogenicidad
intra y peritendinosos permiten el diagnóstico
de tendinosis, tenosinovitis y roturas
totales o parciales de los tendones. En las
tendinosis existe un engrosamiento focal o
difuso del tendón, aumento del flujo y focos
de alteración de ecogenicidad, areas hipoecoicas
y calcificaciones.
En las tenosinovitis hay aumento de
tamaño de la sinovial con líquido, en ocasiones
se demuestra aumento de vascularización
en sinovial y tejidos adyacentes. En
las roturas tendinosas completas se identifica
discontinuidad total, con retracción de
los extremos nodulares, con área hipo o
anecoica en el sitio de rotura,«signo del
badajo».
En las roturas parciales del tendón
aparecen zonas hipoecoicas intratendinosas
o en su inserción, con deformidad o adelgazamiento
del tendón, el doppler no muestra
flujo en el área de rotura.
En la valoración de los hematomas, la
ecografía permite su confirmación, localización
y estudio evolutivo. Puede confirmar el
diagnóstico de miositis osificante en los primeros
días, 7-14, como masa intramuscular
inespecífica, con depósitos de calcio entre la
segunda y cuarta semana de evolución.
Ante la sospecha de fractura en huesos
superficiales en radiología simple, el ultrasonido
puede detectarla como discontinuidad
en la cortical, que en condiciones normales
es lisa.
Los cuerpos extraños que no se identifican
en radiología por ser radiolúcidos, son
visibles con ultrasonido, generalmente
como estructuras hiperecoicas, y permiten
su localización.
En las articulaciones se utiliza en valoración
de derrames,de la superficie articular,
del cartílago articular, hipoecoico, que
es de mayor grosor en el recién nacido y va
disminuyendo con la edad hasta 1-3 mm.
en el adulto.
En la rodilla no se pueden valorar los
meniscos, pero se identifican los cuernos
posteriores y se visualizan quistes meniscales.
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