Buscar

viernes, 20 de diciembre de 2013

Fracturas de la diafisis humeral

Constituyen entre el 1 y 3% de todas las fracturas infantiles y entre el 10-15% del total de fracturas humerales. El mecanismo lesional más frecuente es un trauma directo de importancia en las fracturas transversales y una rotación brusca en las espiroideas. En los lactantes y niños pequeños hay que valorar siempre la posibilidad de malos tratos. El diagnóstico clínico (inflamación, impotencia funcional con o sin deformidad angular) junto con la radiografía convencional nos darán el diagnóstico en la mayoría de los casos. Estas fracturas, como todas las diafisarias, pueden ser en «tallo verde» o completas. Estas últimas a su vez son generalmente espiroideas o transversas. Las más inestables y que generalmente presentan mayor desplazamiento son las transversas. La capacidad de consolidación y remodelación es alta pero menor que en las fracturas de húmero proximal. Por este motivo el tratamiento casi siempre es también conservador mediante inmovilización con vendaje tipo Gilchrist, Velpeau, yeso en «U», o yeso colgante (Fig. 10). En ocasiones, antes de la inmovilización, se puede intentar reducción cerrada si el desplazamiento, sobre todo la angulación, es grande (Fig. 11).
Figura 9. Fractura metafisaria desplazada del húmero proximal en un paciente de 13 años (a). Se indicó la reducción de la fractura dada la edad del paciente, y se consiguió quirúrgicamente. Aunque no fue anatómica, resultó estable sin requerir fijación interna (b). La remodelación se inició rápidamente (c) y fue muy satisfactoria a los 8 meses de la intervención (d).

No hay comentarios:

Publicar un comentario