El mecanismo lesional en las luxaciones
posteriores consiste en caída sobre la mano
en hiperextensión con el antebrazo supinado
y el codo extendido o parcialmente flexionado.
La rara luxación anterior puede estar
producida por un golpe directo o caída
sobre el olécranon. Por su parte, los desplazamientos
mediales o laterales son consecuencia
de un traumatismo directo, rotación
violenta del antebrazo o caída sobre la
mano.
El diagnóstico clínico y radiológico no
suele plantear dificultades, aunque en ocasiones
se debe realizar diagnóstico diferencial
con fractura supracondílea. Comparado
con ésta última, la luxación de codo presenta
menos inflamación, antebrazo acortado,
no crepitación y pérdida de la triangularidad
normal entre epicóndilos y vértice
olecraniano. En las luxaciones posterolaterales
se puede palpar la cabeza radial. En el
examen radiográfico inicial siempre hay
que buscar fracturas comúnmente asociadas
con la luxación de codo: cuello o cabeza
radial, apofisis coronoides y epitróclea (Fig.
16).Antes de iniciar el tratamiento también
es crucial haber valorado la asociación de
posibles lesiones neurovasculares ya que esta
información nos permite saber cuándo se
ha producido la lesión y, en segundo lugar,
a tomar una actitud terapéutica más adecuada.
Figura 16. Luxación póstero-lateral de codo asociada a
una fractura de epitróclea en una niña de 13 años.
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