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martes, 8 de abril de 2014

Fracturas toracolumbares - DIAGNÓSTICO POR IMAGEN - Part 1

Deben solicitarse radiografías simples en decúbito supino de toda la columna en proyecciones anteroposterior y lateral. El estudio radiológico se solicitará sistemáticamente en todo niño con lesiones intraabdominales por cinturón de seguridad. 
Las proyecciones oblicuas rara vez son necesarias, excepto cuando se sospeche lesión en la pars interarticularis. En niños es excepcional visualizar líneas de fractura en las radiografías. Ocasionalmente se encuentran nódulos de Schmorl en el interior del cuerpo vertebral por extrusión del disco. 
La tomografía sirve para clarificar lesiones de la columna torácica alta difícilmente visibles con radiografía convencional. La tomografía lateral es muy compleja de realizar y con riesgos para el paciente, porque debe realizarse en decúbito lateral por esto es preferible la TAC. La mielografía se utiliza menos desde la implantación de la RM y la TAC que evalúan con menor morbilidad la lesión ósea y de las partes blandas. Puede realizarse cuando haya una lesión medular o de cola de caballo sin que esté claramente localizada o diagnosticada la lesión vertebral, ya que puede demostrar con precisión el nivel de compresión o de fuga del contraste.
La TAC es un método ideal de evaluación de la columna. La extensión de la lesión en el cuerpo vertebral, el arco neural y la apófisis articular se observa fácilmente en la proyección axial. Además la proyección axial permite visualizar el canal medular, lo cual es fundamental para el tratamiento. Los fragmentos incarcerados en la canal medular aparecen bien delineados con este procedimiento. Es imprescindible para diagnosticar lesiones de la placa epifisaria y de los márgenes de los platillos vertebrales. La presencia de dos cuerpos vertebrales en el mismo corte axial sugiere fractura- luxación vertebral. La reconstrucción sagital y coronal demuestra con claridad el grado de luxación, además ayuda a clarificar las fracturas horizontales no desplazadas del cuerpo vertebral y las subluxaciones de las articulares. La TAC evita la movilización del paciente, ya que permanece en decúbito supino durante toda la exploración. Una vez obtenidas las imágenes, pueden ser manipuladas para observar estructuras óseas o partes blandas y determinadas áreas pueden ser amplificadas para ser estudiadas en detalle.

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