Los pacientes pueden ser agrupados
dentro de síndromes medulares que permiten
conocer mejor las alteraciones anatómicas
en la médula espinal. Además, estos síndromes
neurológicos pueden relacionarse
con un pronóstico de recuperación funcional
posterior.
Síndrome de lesión completa: representa
la ausencia de función motora y sensitiva
distal a la lesión tras el retorno del reflejo
bulbocavernoso. No es de esperar recuperación
alguna.
Síndromes de lesión incompleta: estos síndromes
medulares pueden relacionarse con
un pronóstico de recuperación distinto.
En
el síndrome de Brown-Séquard o de hemisección
medular hay pérdida de la función
motora y de la sensibilidad propioceptiva
del mismo lado de la lesión, con pérdida de
la sensibilidad térmica y dolorosa contralateral.
Tiene mejor pronóstico de recuperación.
En el síndrome anterior, junto a la afectación
motora la sensibilidad propioceptiva
esta preservada, mientras que las sensibilidades
dolorosa y térmica están abolidas.
El
pronóstico de recuperación de la función
motora es malo si no comienza pronto la
recuperación. En el síndrome medular central,
la afectación motora y sensitiva es mayor en
las extremidades superiores que en las inferiores,
y el pronóstico de recuperación es
variable. En el síndrome medular posterior,
muy raro, están abolidas funciones sensitivas
de propiocepción y vibración y es de buen
pronóstico.
El síndrome de cono medular (lesión de la
médula sacra y raíces lumbosacras) y el síndrome
de cola de caballo (afectación de las
raíces lumbosacras), dan lugar a una vejiga e
intestino neurógeno, con arreflexia de
MMII.
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