La presencia de fragmentos óseos
extruidos que causan compresión neurológica,
a pesar de la existencia de inestabilidad
neurológica, no es por sí misma indicación
absoluta de cirugía descompresiva. La comparación
de resultados del tratamiento conservador
y del quirúrgico no ha permitido
obtener conclusiones evidentes de que un
método de tratamiento sea superior al otro.
En resumen, las indicaciones de cirugía son
fracturas por estallido con estenosis del
canal mayor del 50%, cifosis mayor de 30
grados y fracturas y fracturas-luxaciones
claramente inestables.
En pacientes con lesión neurológica el
tratamiento quirúrgico es preferible, porque
las fracturas suelen ser mucho más graves,
con mayor inestabilidad y compromiso
del canal. En presencia de déficit neurológico
progresivo debe realizarse descompresión
urgente; en los que tienen lesión
medular estabilizada completa o incompleta
estaria indicada la cirugía tardía tras la
estabilización general del paciente, aunque
algunos propugnan la estabilización quirúrgica
inmediata para acortar el período de
recuperacion postoperatoria. No se ha
demostrado que la cirugía inmediata mejore
los resultados neurológicos en estos casos
aunque acorta el período de hospitalización.
Parece evidente que en pacientes con
lesión neurológica estabilizada y en aquéllos
con fracturas inestables la reducción y
estabilización quirúrgica debe realizarse lo
antes posible. Se han documentado recuperaciones
neurológicas hasta un año después
de la cirugía descompresiva anterior.
La técnica quirúrgica en niños es igual a
la del adulto. Cuando éste indicado el tratamiento
quirúrgico se debe optar por el
abordaje anterior, por el posterior o combinado.
La reducción abierta se debe asociar a
fusión de al menos un nivel encima y debajo
de la fractura, porque la fusión espontánea
raramente ocurre. La instrumentación
sin artrodesis origina artrosis vertebral,
tanto experimental, como clínicamente. El
abordaje anterior permite la descompresión
directa del saco tecal, pero frente a las ventajas
de una mayor descompresión y una
estabilización biomecánicamente más directa, presenta mayores riesgos de agresión a las
estructuras viscerales y vasculares. Debe sustituirse
el cuerpo vertebral extirpado
mediante injerto ilíaco tricortical, y asociar
algún tipo de síntesis. Cuando se realiza
descompresión anterior e injerto en presencia
de una inestabilidad posterior debe
asociarse instrumentación y artrodesis posterior.
Se han propuesto las siguientes indicaciones
de la vía anterior: descompresion
del canal medular por la presencia de hueso
o fragmentos de disco con un déficit neurológico
incompleto o con un aumento de
los síntomas neurológicos, en fracturas con
destrucción completa del cuerpo vertebral,
fracturas estallido de más de 14 días de evolucion
y en deformidades postraumáticas
antiguas.
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