El enfoque terapéutico de los puentes
óseos fisarios y los trastornos de crecimiento
consecuentes, varía sustancialmente
dependiendo de que el paciente haya llegado
o no a la madurez esquelética en el
momento del tratamiento.
• Paciente esqueléticamente inmaduros
(Algoritmo I).
La gran diferencia de este con el grupo
de pacientes maduros está en la existencia
de fisis abiertas, con mayor o menor función
remanente, por lo que, en determinados
casos, serán susceptibles de técnicas que
podíamos denominar de «cirugía fisaria». La
posibilidad de que quede un crecimiento
remanente, hace que sea de gran importancia
en estos pacientes calcular la edad
esquelética para lo que el método más
usado es el de Greulich y Pyle. Para ver si
queda crecimiento remanente y para cuantificarlo
pueden utilizarse los métodos de
predicción de la dismetría al llegar a la
madurez, sobre todo, las gráficas de
Crecimiento Remanente de Anderson y
Green y la gráfica en Línea Recta de
Moseley.
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Diferentes autores han recomendado
otras sustancias como material de interposición
de los que podríamos destacar la silicona
y el cemento acrílico de baja liberación
térmica. Dependiendo de que la
corrección final sea completa o no, pueden
asociarse técnicas de distracción fisaria, si la
fisis está abierta, o técnicas de elongacióncorrección
mediante osteotomía percutánea,
si está ya completamente cerrada. Con
puentes óseos menores del 50% del total fisario y mínimo, o nulo, crecimiento remanente,
la distracción fisaria se ha mostrado
de gran efectividad en el tratamiento de
acortamientos/deformidades.
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