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lunes, 1 de septiembre de 2014

RODILLA

Fracturas extra-articulares de la rodilla 

FRACTURAS FISARIAS. GENERALIDADES 

Las fracturas del cartílago de crecimiento o fisis , el único tipo de fractura verdaderamente exclusivo de los niños, presentan dos características que las hacen dignas de una atención especial. La primera es la gravedad potencial de sus secuelas y, la segunda, su alta frecuencia. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que gran parte de lo que hoy sabemos sobre los traumatismos del cartílago de crecimiento y sobre el comportamiento de dicha estructura en esas circunstancias, ya era conocido en 1898 cuando John Poland publicó su libro titulado «Traumatic Separation of the Epiphyses» («Separación traumática de las epífisis»).Ya en el siglo XX aparecen las publicaciones que hoy están más en boga: el primero es el clásico libro de Blount, seguido años más tarde de los libros de Rang y Ogden , este último quizá el más completo sobre traumatología infantil en general y fisaria en particular. 
El cartílago de crecimiento podría ser dividido en tres componentes distintos, dependiendo del tejido que la forma: un componente cartilaginoso, dividido a su vez en varias capas, un componente óseo (la metáfisis) y un componente fibroso rodeando la periferia de la fisis, que consiste en el surco de Ranvier y el anillo pericondral de Lacroix. La capa de calcificación provisional que Brighton considera como parte de la capa hipertrófica constituye una zona histológica diferenciada de ésta dentro del componente cartilaginoso. Histológicamente, la fisis está constituída por tres capas principales, bien diferenciadas (germinal, proliferativa e hipertrófica) y cada una con sus funciones específicas. En lo referente a la vascularización de la placa de crecimiento, podríamos decir que la circulación epifisaria tiene una función eminentemente nutriente mientras que la metafisaria se ocupa fundamentalmente de su osificación encondral.

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