Es la fractura más frecuente en la región
del codo infantil, llegando a constituir el
75% del total de fracturas del humero distal
(paleta humeral). La alta incidencia de complicaciones
que históricamente se daba en
estas lesiones, sobre todo el síndrome de
Volkmann, las ha convertido en una de las
más temidas en los Servicios de Urgencias.
El trazo de las fracturas supracondíleas
se localiza a nivel de la fosa olecraniana de
húmero y se extiende a ambos lados de la
paleta humeral a través de las columnas
medial y lateral. Este es el punto más estrecho
del húmero y de ahí que la mayoría de
las fracturas del húmero distal se localicen
ahí.
El mecanismo lesional, que además es la
base de la clasificación de las fracturas
supracondíleas, consiste en un trauma en
hiperextensión o en hiperflexión del codo.
Las fracturas por extensión son las más frecuentes
y se producen tras caídas sobre la
palma de la mano en dorsiflexión y el codo
extendido. Las lesiones por flexión se producen
generalmente por golpes sobre el olécranon con el codo flexionado. Estas
últimas son muy raras y constituyen solo
alrededor del 5% del total de las fracturas
supracondíleas.
Las fracturas por extensión fueron clasificadas
por Gartland en tres grandes grupos
(Fig. 18). Esta clasificación ha sido ligeramente
modificada por Wilkins posteriormente:
• Tipo I: fracturas sin desplazamiento.
En este grupo podemos diferenciar
un subgrupo de fracturas impactadas
en varo por colapso de la columna
medial.
• Tipo II: fracturas desplazadas con el
fragmento distal en extensión haciendo
fulcro en el cortex posterior. En
este grupo pueden distinguirse subgrupos
dependiendo de que haya o
no rotación de los fragmentos lo que,
obviamente, dificulta el tratamiento.
• Tipo III: fracturas completas y completamente
desplazadas.También aquí
podemos distinguir dos grandes subgrupos
dependiendo de que el desplazamiento
sea posteromedial o posterolateral.
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