Es una fractura infrecuente en niños.
Afecta selectivamente a la superficie articular
del cóndilo lateral, y la línea de fractura
se extiende en ocasiones hasta la cresta lateral
de la tróclea. Se considera que el mecanismo
de producción consiste en el desprendimiento
de la superficie articular del
cóndilo lateral por la cabeza radial, y se ha
establecido que la existencia de un recurvatum
del cúbito o un cúbito valgo facilita su
presentación. Se trata de una fractura que
presenta dificultades diagnósticas, dado que
el fragmento fracturado presenta una osificación
incompleta en la infancia. Se han descrito
dos tipos de fracturas del capitellum:
– El tipo Hahn-Steinthal, más frecuente, en el que el fragmento incorpora una porción del hueso esponjoso del cóndilo lateral del húmero, y en el que a menudo está afectada la cresta lateral de la tróclea.
– El tipo Kocher-Lorenz, que consiste en un fragmento puramente articular con muy escaso tejido óseo subcondral, similar a una osteocondritis disecante.
El diagnóstico puede resultar complejo dado que habitualmente la inflamación es escasa, y debe sospecharse ante una limitación dolorosa de la flexión del codo que será debida a la interposición del fragmento. Dado que puede presentarse de forma asociada a fracturas de la cabeza y cuello del radio, debe descartarse su existencia ante la demostración cierta de estas últimas. El estudio radiográfico puede demostrar claramente la existencia del fragmento fracturado en la proyección lateral, y no ser fácilmente visible en la proyección antero-posterior. Si el fragmento es pequeño, pueden resultar de ayuda las proyecciones oblicuas. En niños pequeños, puede ser necesaria la artrografía, el estudio mediante TAC y/o RM. En cuanto al tratamiento, la exéresis precoz de un fragmento pequeño mediante artrotomía puede ofrecer buenos resultados. Si el fragmento presenta un tamaño suficiente, debe indicarse la reducción anatómica y estabilización en su lecho mediante osteosíntesis con agujas de Kirschner o tornillos canulados (Fig. 29) utilizando un abordaje lateral.
– El tipo Hahn-Steinthal, más frecuente, en el que el fragmento incorpora una porción del hueso esponjoso del cóndilo lateral del húmero, y en el que a menudo está afectada la cresta lateral de la tróclea.
– El tipo Kocher-Lorenz, que consiste en un fragmento puramente articular con muy escaso tejido óseo subcondral, similar a una osteocondritis disecante.
El diagnóstico puede resultar complejo dado que habitualmente la inflamación es escasa, y debe sospecharse ante una limitación dolorosa de la flexión del codo que será debida a la interposición del fragmento. Dado que puede presentarse de forma asociada a fracturas de la cabeza y cuello del radio, debe descartarse su existencia ante la demostración cierta de estas últimas. El estudio radiográfico puede demostrar claramente la existencia del fragmento fracturado en la proyección lateral, y no ser fácilmente visible en la proyección antero-posterior. Si el fragmento es pequeño, pueden resultar de ayuda las proyecciones oblicuas. En niños pequeños, puede ser necesaria la artrografía, el estudio mediante TAC y/o RM. En cuanto al tratamiento, la exéresis precoz de un fragmento pequeño mediante artrotomía puede ofrecer buenos resultados. Si el fragmento presenta un tamaño suficiente, debe indicarse la reducción anatómica y estabilización en su lecho mediante osteosíntesis con agujas de Kirschner o tornillos canulados (Fig. 29) utilizando un abordaje lateral.
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