Constituyen el 5-10% del total de fracturas
del húmero distal infantil y afectan
más frecuentemente a niños mayores (entre
9-14 años).
El mecanismo lesional consiste habitualmente
en una tracción brusca de los
músculos flexores del antebrazo a través de
su tendón común dando lugar a una avulsión
de la epitróclea.
También una desviación brusca en
valgo del codo puede conllevar ese tipo de
lesión, esta vez por tracción del ligamento
lateral interno.
La fractura de la epitróclea
puede estar hasta en un 50% de los casos
asociada a luxación del codo.Además de las
fracturas agudas existe un tipo de lesión por
tracción de la epitróclea que se conoce
como «codo de las ligas inferiores» que es
una lesión por sobrecarga crónica producida
en los jóvenes jugadores de béisbol por
movimientos repetitivos al lanzar la bola y
que se manifiesta por dolor local e irregularidad
en la osificación de la epitróclea
humeral en Rayos X.
El tratamiento de las lesiones agudas está
en función, sobre todo, del desplazamiento.
En los casos de mínimo o nulo desplazamiento,
el tratamiento consiste en vendaje
con yeso. En los casos en que, sin embargo,
hay un desplazamiento significativo (> 2-4
mm) está indicada la reducción abierta y
fijación del fragmento (Fig. 27). En los
casos de luxación de codo asociada a fractura
de epicóndilo medial, este último
puede quedar atrapado en la articulación e
impedir la reducción, por lo cual la reducción
abierta y fijación interna también está
indicada. Otras indicaciones de reducción
abierta y fijación interna son la inestabilidad
en valgo del codo y la lesión neurológica
(cubital sobre todo pero también, en
ocasiones, del nervio mediano).
Las complicaciones derivadas de este
tipo de fractura incluyen: retardo de consolidación
o no-unión que no suelen crear un
problema importante a largo plazo, inestabilidad articular y lesión neurológica (principalmente
cubital).
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