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viernes, 27 de septiembre de 2013

HIPERCRECIMIENTO POST-FRACTURA EN NIÑOS - III

La medición del hipercrecimiento es también problemática. La mayoría de los estudios asumen una idéntica longitud de los dos miembros previa a la fractura, pero ha sido demostrado que en los diestros, tanto el fémur como la tibia izquierdas, son ligeramente más largos que su homólogo contralateral, siendo la diferencia encontrada de algo más de 1 milímetro en total. De esta manera el hipercrecimiento sería mayor si la fractura se produce en el miembro dominante. 
El hipercrecimiento de un segmento óseo tras una fractura tiende a manetenerse durante el resto del crecimiento del niño y, por tanto, seguir durante la madurez. No obstante, es importante recalcar que el hipercrecimiento con el tratamiento conservador suele ser de poca entidad y poco predecible en las extremidades inferiores y aun menos en las superiores. 
La mayoría de los hipercrecimientos significativos se aprecian tras tratamiento quirúrgico de la fractura y, sobre todo, tras aquellos tratamientos que requieren invasión del foco del fractura (placas, clavos intramedulares, etc.) (Fig. 5). 
Nuestra recomendación, por tanto, es tratar de conseguir una reducción anatómica de los fragmentos y mantenerlos con métodos o bien conservadores o quirúrgicos tratando de ser lo menos agresivo posible. Con las fracturas diafisarias de húmero y antebrazo, no son necesarias precauciones respecto al hipercrecimiento, ya que es mucho menor y además una diferencia de algunos milímetros entre ambas extremidades superiores, no ocasionan problema clínico alguno.

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