El papel del periostio en este proceso de
remodelación ha sido problema históricamente
muy discutido. En 1867 Ollier señaló
que las capas profundas del periostio eran
más celulares y con mayor capacidad osteogénica.
Actualmente es conocida la capacidad
osteogénica del periostio y su papel en
el proceso reparativo y de remodelación de
fracturas, y así hemos podido confirmarlo
nosotros mismos en la clínica diaria.
La ley de Hueter-Volkmann, segunda
ley reguladora clásicamente aceptada en
relación con el proceso de remodelación de
las fracturas, establece que los cartílagos de
crecimiento vecinos a la fractura mal unida,
tienden a situarse perpendiculares al eje de
carga del segmento correspondiente, modificando
su dirección y normalizando sus
inclinaciones con relación a dicho eje. De
acuerdo con ésta, en una fractura mal
unida, tendrá lugar un crecimiento asimétrico
de la fisis, que irá cambiando la orientación
de las epífisis vecinas hasta su perpendicularación con el eje mecánico del
hueso en cuestión (Fig. 4). Parece que este
segundo mecanismo es más rápido y eficaz,
habiéndosele atribuido el 75% de la remodelación
total producida.
Figura 4. (a) Remodelación
de una fractura mal unida en
valgo de diáfisis tibial en una
niña de 5 años y medio. La
serie radiográfica muestra el
evidente proceso de remodelación
que tiene lugar, tanto
por parte de la fisis (crecimiento
asimétrico), como del
periostio/endostio (aposiciónreabsorción).
(b) Serie radiográfica
en más detalle de la
fisis distal tibial donde puede
apreciarse el crecimiento
fisario asimétrico –mayor en
cara externa– puesto de
manifiesto por la disposición
de la línea de frenado del
crecimiento de Harris-Park.
Esto ha condicionado la
forma en leve «s» itálica de
la tibia fracturada que se
aprecia a los casi 17 años de
seguimiento.
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