Los tornillos son frecuentemente utilizados
en las fracturas pediátricas. Las técnicas
de osteosíntesis no difieren de las utilizadas
en adultos. Requieren una reducción
estable y, con frecuencia, una inmovilización
postoperatoria con escayola. Los tornillos
no deben atravesar la placa de crecimiento,
aunque se puede tolerar en adolescentes
(niñas mayores de 13 años y niños
mayores de 15).
Cada vez se utilizan más los
tornillos canulados que tiene como ventaja
principal, el poder ser guiados con una
aguja de Kirschner con lo que se consigue
una inserción más segura y adecuada de los
mismos.
Las indicaciones para la utilización de
tornillos son:
• Fracturas epifisarias (fracturas de Mac
Farland, fracturas intercondíleas de
rodilla).
• Fracturas fiso-metafisarias (fracturas
inestables tipo II de Salter de fémur o
tibia distal) (Fig. 2).
• Fracturas apofisarias (epitróclea humeral,
tuberosidad tibial en adolescentes).
• Fracturas de cuello del fémur.
• Fracturas diafisarias espiroideas de
tibia.
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