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sábado, 12 de octubre de 2013

FACTORES PRONÓSTICOS EN LAS FRACTURAS FISARIAS - I

El pronóstico de las fracturas fisarias, en lo que respecta a trastornos futuros de su función depende de una serie de factores entre los que podríamos destacar: 
1.Tipo de fractura. Como ha sido apuntado anteriormente, el futuro más sombrío corresponde a las fracturas tipo III y IV de Salter y Harris y al tipo VI de Peterson (fracturas abiertas con pérdida se sustancia fisaria). En este último la incidencia de puentes óseos fisarios es prácticamente del 100%. 
En este punto debe señalarse que también las fracturas de mejor pronóstico «a priori», como son las fracturas tipos I y II de Salter-Harris, sobre todo cuando se producen en regiones como la rodilla, pueden conducir a trastornos permanentes del crecimiento (Fig. 2). 
2.Crecimiento remanente. Obviamente, a menor edad esquelética en el momento de la fractura, mayor crecimiento remanente y, por tanto, mayores serán las consecuencias del cese de crecimiento, si éste se produce. 
3.Riego sanguíneo epifisario. Independientemente del tipo de fractura, si el riego sanguíneo epifisario queda interrumpido, como consecuencia de la misma, la isquemia consecuente de las células germinales de la fisis afecta puede conducir a graves trastornos del crecimiento. 4.Severidad de la lesión (velocidad y fuerza). Los traumatismos llamados de «alta energía» son siempre de peor pronóstico. 
5.Integridad de la piel. Las fracturas fisarias abiertas, entre las que se encuentran las de tipo VI de Peterson, son de por sí de mal pronóstico. Este puede empeorar si a esto añadimos una infección, cuyo riesgo en estas fracturas no es en absoluto desdeñable.
Figura 1. Modelo experimental en fémur distal ovino. a) Una fractura transfisaria tipo IV insuficientemente reducida provoca una comunicación metáfiso-epifisaria a nivel de la fractura, (flecha curva). b) Esto facilita, en unas semanas, la producción de un puente óseo transfisario (*) con los consiguientes trastornos del crecimiento.

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